Ojito con Haaland, ese desconocido e infravalorado delantero noruego que casi nadie conoce.
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#1 #1 bitchute dijo: En el verde césped brilló un astro con fulgor,
Messi, mago del balón, talento y amor.
Con camiseta del Inter Miami deslumbró,
dos goles gloriosos al Orlando le anotó.
Con agresividad, en la cancha se movía,
dribleaba rivales, su maestría lucía.
Como león hambriento, buscaba la victoria,
con garra y pasión, escribía su historia.
El primer gol, un rayo certero en el aire,
los corazones latían al unísono, sin desaire.
La hinchada en éxtasis, suspiraba al mirar,
cómo Lionel, imparable, lograba anotar.
El Orlando intentaba contener su embate,
pero Messi no cedía, con brío y sin dudar.
El segundo gol, otro golpe magistral,
un disparo imparable, una joya celestial.
El estadio rugía, vibraba la emoción,
el talento del argentino, una bendición.
El Inter Miami crecía en confianza,
la victoria soñada, la esperanza avanza.
El partido se esculpió con arte y pasión,
tres goles a uno, un triunfo en la misión.
Messi, héroe indomable, al equipo inspiró,
su fútbol, un regalo, a sus seguidores cautivó.
En el horizonte brillante, un nuevo capítulo,
Messi y el Inter Miami, unidos en su mito.
Con cada partido, el legado se teje,
y en los corazones de sus fans, él proteje.tira pa la cama, Espronceda
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#2 #2 ocelot7 dijo: Ojito con Haaland, ese desconocido e infravalorado delantero noruego que casi nadie conoce.@ocelot7 ¿Jalan? ¿Alan? ¿De quién hablas?
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En el verde césped brilló un astro con fulgor,
Messi, mago del balón, talento y amor.
Con camiseta del Inter Miami deslumbró,
dos goles gloriosos al Orlando le anotó.
Con agresividad, en la cancha se movía,
dribleaba rivales, su maestría lucía.
Como león hambriento, buscaba la victoria,
con garra y pasión, escribía su historia.
El primer gol, un rayo certero en el aire,
los corazones latían al unísono, sin desaire.
La hinchada en éxtasis, suspiraba al mirar,
cómo Lionel, imparable, lograba anotar.
El Orlando intentaba contener su embate,
pero Messi no cedía, con brío y sin dudar.
El segundo gol, otro golpe magistral,
un disparo imparable, una joya celestial.
El estadio rugía, vibraba la emoción,
el talento del argentino, una bendición.
El Inter Miami crecía en confianza,
la victoria soñada, la esperanza avanza.
El partido se esculpió con arte y pasión,
tres goles a uno, un triunfo en la misión.
Messi, héroe indomable, al equipo inspiró,
su fútbol, un regalo, a sus seguidores cautivó.
En el horizonte brillante, un nuevo capítulo,
Messi y el Inter Miami, unidos en su mito.
Con cada partido, el legado se teje,
y en los corazones de sus fans, él proteje.
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Messi, mago del balón, talento y amor.
Con camiseta del Inter Miami deslumbró,
dos goles gloriosos al Orlando le anotó.
Con agresividad, en la cancha se movía,
dribleaba rivales, su maestría lucía.
Como león hambriento, buscaba la victoria,
con garra y pasión, escribía su historia.
El primer gol, un rayo certero en el aire,
los corazones latían al unísono, sin desaire.
La hinchada en éxtasis, suspiraba al mirar,
cómo Lionel, imparable, lograba anotar.
El Orlando intentaba contener su embate,
pero Messi no cedía, con brío y sin dudar.
El segundo gol, otro golpe magistral,
un disparo imparable, una joya celestial.
El estadio rugía, vibraba la emoción,
el talento del argentino, una bendición.
El Inter Miami crecía en confianza,
la victoria soñada, la esperanza avanza.
El partido se esculpió con arte y pasión,
tres goles a uno, un triunfo en la misión.
Messi, héroe indomable, al equipo inspiró,
su fútbol, un regalo, a sus seguidores cautivó.
En el horizonte brillante, un nuevo capítulo,
Messi y el Inter Miami, unidos en su mito.
Con cada partido, el legado se teje,
y en los corazones de sus fans, él proteje.tira pa la cama, Espronceda
Messi, mago del balón, talento y amor.
Con camiseta del Inter Miami deslumbró,
dos goles gloriosos al Orlando le anotó.
Con agresividad, en la cancha se movía,
dribleaba rivales, su maestría lucía.
Como león hambriento, buscaba la victoria,
con garra y pasión, escribía su historia.
El primer gol, un rayo certero en el aire,
los corazones latían al unísono, sin desaire.
La hinchada en éxtasis, suspiraba al mirar,
cómo Lionel, imparable, lograba anotar.
El Orlando intentaba contener su embate,
pero Messi no cedía, con brío y sin dudar.
El segundo gol, otro golpe magistral,
un disparo imparable, una joya celestial.
El estadio rugía, vibraba la emoción,
el talento del argentino, una bendición.
El Inter Miami crecía en confianza,
la victoria soñada, la esperanza avanza.
El partido se esculpió con arte y pasión,
tres goles a uno, un triunfo en la misión.
Messi, héroe indomable, al equipo inspiró,
su fútbol, un regalo, a sus seguidores cautivó.
En el horizonte brillante, un nuevo capítulo,
Messi y el Inter Miami, unidos en su mito.
Con cada partido, el legado se teje,
y en los corazones de sus fans, él proteje.