Lo que era un gesto amable de un jugador para terminar con una polémica durante la semana previa al partido terminó en una burla de mal gusto en el fútbol italiano.

Resulta que durante la semana previa al partido, Francesco Acerbi, de la Lazio, había asegurado que su equipo era mejor que el rival, por lo que no ponía en duda que iban a ganar. Tiémoué Bakayoko respondió: "Ya veremos".

Ya en el encuentro, el AC Milán resultó el ganador, y tras el pitazo final, Acerbi se acercó a Bakayoko y le intercambió la camiseta, reconociendo la derrota y tratando de limar asperezas.

Lo malo fue que Bakayoko, con la camiseta de su rival, se acercara a la hinchada rival a burlarse por el triunfo que habían conseguido, portando un 'botín' de guerrea. La imagen no tardó en hacerse​ viral.