Ocurrió durante la disputa del partido de la segunda división de Suecia entre el Osters IG y el Degerfors. En el minuto 82 del encuentro y con 1-1 en el marcador, el centrocampista Mattias Özgun se disponía a salir al campo en sustitución de su compañero Axel Lindhal en el equipo visitante. En el momento en el que se realizaba el cambio ambos se saludaron y entonces se produjo el desafortunado incidente. Lindhal introdujo su dedo en el ojo de Özgun en el mismo instante en el que este salía al campo. Al principio parecía un percance sin más pero a medida que pasaban los segundos las molestias del jugador que acababa de entrar en el terreno de juego aumentaban. El árbitro se vio obligado a detener el encuentro y el futbolista tuvo que ser atendido por las asistencias médicas cuando apenas llevaba unos segundos en el campo. Se vivía una situación cómica en el césped.